Descubre cómo los sesgos del golf —como la aversión a la pérdida o el exceso de confianza— también afectan cómo diseñamos productos financieros digitales. Economía conductual aplicada al green… y a tu día a día.

Lisa Conductual
7 jul 2025
No hay mejor lugar para entender la mente humana que en el tee del hoyo 18 con el partido igualado.
Ahí, con el driver en la mano, te das cuenta de algo: la lógica desaparece, y la emoción toma el control.
Si juegas al golf —y lideras producto o innovación en banca— sabes exactamente de lo que hablo.
Porque lo mismo que pasa en el campo pasa en tu día a día: decisiones bajo presión, sesgos invisibles, elecciones que parecen racionales… y que no lo son.
La buena noticia: la economía conductual nos ayuda a ver esos patrones, tanto con los palos como con los usuarios de tu app.
En el golf, cada golpe es una decisión. ¿Jugar seguro o arriesgar? ¿Cambiar de palo o confiar en el swing?
A simple vista, todo parece técnico. Pero si analizamos con lupa, lo que realmente manda es el cerebro… y no siempre para bien.
Ese approach agresivo al green, ese chip innecesario desde el rough, ese putt pasado que costó un hoyo: no fueron errores de técnica, sino de sesgo.
Uno de los más comunes es la aversión a la pérdida: prefieres no fallar un golpe corto aunque eso te impida ganar el hoyo. En banca digital, es lo mismo: muchas veces dejamos de lanzar una funcionalidad nueva por miedo a perder lo que ya tenemos. Y eso frena la innovación.
Otro clásico es el exceso de confianza. Después de un birdie, te sentís imparable. Pero en producto, eso puede traducirse en decisiones precipitadas: asumir que el usuario entiende algo porque tú lo entiendes. Grave error. Porque, como en el golf, el usuario no ve el campo igual que tú lo ves desde el diseño.
También aparece el sesgo de presente. En el hoyo 17, sabés que deberías jugar a lo seguro… pero el deseo de cerrar con broche de oro te empuja a ir por más. En producto, este sesgo aparece cuando priorizamos resultados inmediatos —CTR, descargas, métricas cortas— y descuidamos la experiencia y el valor real del usuario a largo plazo.
¿Te suena? Claro que sí. Porque el golf es un espejo elegante de lo que hacemos como líderes: tomar decisiones bajo presión, con información imperfecta, y con un ego que siempre quiere tener razón.
Pero al igual que se entrena el swing, también se puede entrenar la toma de decisiones. Ahí entra la economía conductual: no como teoría abstracta, sino como una herramienta real para detectar sesgos, rediseñar entornos de decisión y construir mejores experiencias.
En Beacon usamos estos principios todos los días para ayudar a bancos a diseñar productos digitales que entiendan cómo realmente decide la gente. Porque tu cliente, igual que vos en el hoyo 18, no siempre actúa como esperás.
Los sesgos no se eliminan: se diseñan con ellos o se cae en ellos
El golf nos recuerda que decidir no es solo analizar. Es también sentir, interpretar, intuir… y a veces, equivocarse.
Liderar producto en banca digital no es muy diferente. Lo que cambia es el campo, pero no el juego.
La diferencia está en saber leer los sesgos antes de que te condicionen.
En Beacon, trabajamos con equipos que —como vos— quieren diseñar desde el comportamiento real, no desde supuestos perfectos.
Porque si jugás para ganar, sabés que no basta con técnica. Hace falta entender cómo —y por qué— tomamos decisiones.




